martes, 9 de abril de 2013

El reflejo en el agua

Dieter F. Utchdorf

Mis queridos hermanos y hermanas, si tomamos los dos himnos que acabamos de escuchar: “Loor al Señor, el Todopoderoso” y “Haz tú lo justo”, y los convertimos en el lema de nuestra vida, estaremos bien encaminados para regresar a nuestro Padre Celestial. ¡Qué panorama tan hermoso presentan! En mi imaginación, puedo ver muchos otros rostros como los suyos: miembros jóvenes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de todas las naciones del mundo. No todos se ven iguales, pero tienen muchísimo en común. Considero que ésta es una oportunidad selecta, y le agradezco al presidente Monson por darme esta oportunidad de pasar unos cuantos minutos con ustedes.

El patito feo

Uno de los autores más queridos de todas las épocas fue el escritor danés Hans Christian Andersen. En una de sus historias, “El patito feo”, una mamá pata descubre que uno de sus pequeños patitos es muy feo y más grande de lo normal. Al principio, la madre se pregunta si habría incubado el huevo de un pavo, pero el feo pequeñito podía nadar tan bien como sus otros hijos; entonces llega a la conclusión de que el pobrecito simplemente es anormal y que está desfigurado.

Sin embargo, los otros patitos no dejan al patito feo en paz. Lo molestan despiadadamente, lo picotean, se burlan de él y lo hacen sentir miserable. Finalmente, el patito feo decide que será mejor para todos si deja a su familia; entonces se escapa. Durante el crudo frío del primer invierno que pasa solo, el pobre patito casi muere de frío, pero se las arregla para sobrevivir. A pesar de las privaciones que pasa, siente que se está haciendo más fuerte y le encanta desplegar las alas y levantar vuelo, aun estando solo.


Entonces un día ve volar una bandada de pájaros majestuosos: blancos como la nieve, sus movimientos son elegantes, tienen cuellos largos y amplias y elegantes alas. ¡Qué criaturas tan gloriosas y felices! El patito feo anhela volar con ellos, pero tiene miedo de que lo maten por ser tan feo; no obstante, luego decide que eso sería mucho mejor que los eternos picoteos de los otros animales o que morir de frío en invierno. Así que comienza a volar y los sigue a un hermoso lago, donde se acomodan sobre el agua.

Cuando aterriza, el patito feo ve en el agua el reflejo de un espléndido cisne. De a poco, sin poder creerlo al principio, ¡el patito feo se da cuenta de que el reflejo es suyo! Para su sorpresa, los otros cisnes lo acogen y coinciden en que él es el cisne más hermoso y majestuoso de todos. Finalmente, descubre su verdadera identidad.

Las grandes preguntas

Al igual que este cisne, la mayoría de nosotros hemos sentido en algún momento dado que no encajamos. Mucha de la confusión que tenemos en la vida proviene simplemente de no comprender quiénes somos. Muchísima gente va por la vida pensando que son de poco valor cuando, en realidad, son criaturas elegantes, eternas, de infinito valor y con un potencial que supera la imaginación.

El descubrir quiénes somos en verdad es parte de esta gran aventura que llamamos vida. Los genios más grandes de la humanidad han luchado constantemente con estas preguntas: ¿De dónde vinimos? ¿Por qué estamos aquí? ¿Qué sucede después de que morimos? ¿Cómo encaja todo y qué sentido tiene?

Cuando comencemos a entender las respuestas a estas preguntas ---no sólo con la mente, sino con el corazón y el alma--- empezaremos a comprender quiénes somos y nos sentiremos como el vagabundo que finalmente encuentra su hogar. Nos sentiremos como el cisne que finalmente descubre quién es en realidad. Al final todo tiene sentido.

El desafío radica en que es simplemente imposible que las respuestas a estas preguntas las descubra la humanidad por medio del razonamiento. Las preguntas relacionadas con lo espiritual requieren respuestas espirituales. Los que rechazan la revelación e insisten en que haya pruebas tangibles sólo pueden especular o negar que hay vida antes y después de esta vida terrenal. Por tanto, quizá nunca lleguen a comprender quiénes realmente son o cuál es el verdadero propósito de la vida.

Sin embargo, como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, hemos sido bendecidos con las respuestas a estas preguntas, y las compartimos libremente con los que estén dispuestos a escuchar. Las sabemos, no por la estimación razonada de nadie ni porque hayamos encontrado una explicación científica, sino porque mensajeros celestiales revelaron estos misterios al hombre. Ese mismo conocimiento está al alcance de cualquier persona del planeta que sea sincera de corazón, por medio del poder del Espíritu Santo.

No es cosa insignificante. A lo largo de la historia, emperadores y filósofos hubieran ofrecido grandes tesoros por lo que Dios ha dado libremente en nuestro tiempo. Dado que es misericordioso y ama a Sus hijos, Dios ha dado nuevamente, en estos últimos días, la verdad concerniente a de dónde vinimos, por qué estamos aquí y a dónde vamos.

Mis queridos y jóvenes amigos, este conocimiento les permite ver su propio reflejo en el agua. Les asegura que no son comunes, que no se les rechaza y que no son feos. Ustedes son divinos: más hermosos y gloriosos de lo que puedan imaginarse. Este conocimiento lo cambia todo. Cambia su presente, puede cambiar su futuro y puede cambiar el mundo.

Somos muy conscientes, mis queridos jóvenes amigos de la Iglesia dondequiera que se encuentren, de que enfrentan muchos desafíos en su joven vida. Por medio de sus líderes y por contactos personales con ustedes, me he enterado de la amplitud de sus inquietudes. He escogido, de entre las muchas preguntas que he recibido, sólo unas cuantas que pienso que son de las más difíciles y penosas que los están afectando a ustedes, los miembros jóvenes de todo el mundo. El día de hoy es mi deseo inculcar en su mente y su corazón la forma en que el conocimiento de quiénes son en realidad les puede ayudar a conquistar con éxito los problemas más difíciles de la vida.

Ser o no ser

Ésta es la primera pregunta: “Estoy infeliz y deprimido. A veces parece que el mundo sería mejor si yo no estuviera en él. ¿Para qué continuar viviendo?”.

Permítanme dejar algo en claro: la depresión severa y el considerar el suicidio no son asuntos triviales y deben tomarse muy en serio. Exhorto a los que sufran de depresión y que tengan pensamientos suicidas a que busquen la ayuda de profesionales y de líderes de la Iglesia de confianza. Si saben de alguien que esté pensando en el suicidio, sean amigos verdaderos y asegúrense de que reciba la ayuda que necesita. Les amamos y deseamos que tengan éxito y sean felices en la vida.

Habiendo dicho eso, la mayoría de las personas se sienten tristes o incompetentes en algún momento de la vida. Es natural tener momentos de infelicidad y dudar de nosotros mismos. La pregunta: “¿Por qué continuar viviendo?” es simplemente otra forma de expresar la antigua frase que escribió William Shakespeare 400 años atrás y que, desde entonces, han pronunciado millones de Hamlets del mundo entero: “Ser o no ser, esa es la cuestión”.

Pero Shakespeare estaba equivocado. “Ser o no ser” no es la cuestión. Hay otras opciones más allá de esa sencilla contradicción. Yo haría que Hamlet se volviera al público y le dijera: “Sabiendo que soy un hijo de Dios, ¿qué tengo que hacer y ser para estar a la altura de este potencial? Ésa es la cuestión”. Comprendo que esa edición arruinaría por completo una de las más grandes obras maestras literarias de todas las épocas; sin embargo, si yo escribiera un guión para ustedes, esas son las palabras que usaría.



Piensen de dónde proceden. Ustedes son hijos e hijas del ser más grandioso y glorioso del universo. Él los ama con un amor infinito y desea lo mejor para ustedes. ¿Creen ustedes que nuestro Padre Celestial desea que se sientan deprimidos y tristes? No. Él nos ha dado los mandamientos, que son el camino real hacia una vida con propósito, paz y gozo, y lo único que tenemos que hacer es seguirlo. El conocer los mandamientos de Dios y vivir de conformidad con ellos realmente nos lleva a la satisfacción y al gozo.

Nuestro destino es más grande de lo que imaginamos. Si tan sólo comprendiéramos quiénes somos y lo que nos espera, nuestro corazón rebosaría de tal gratitud y felicidad que iluminaría incluso los pesares más sombríos con la luz y el amor de Dios, nuestro Padre Celestial. La próxima vez que se sientan infelices, recuerden de dónde provienen y a dónde van. En lugar de sumir sus pensamientos en pesar, decidan concentrarse en lo que llena su alma de esperanza; y se darán cuenta de que todo eso se relaciona siempre con servir a Dios y a nuestros semejantes. Recuerden que el Señor les ha dado Su palabra en las Escrituras. Oren a Él con sinceridad; hablen con Él a diario; aprendan de Él y anden por Su camino. Sirvan a Dios y a sus semejantes.

Recuerden que hay “un tiempo de llorar”, pero también uno de “reír; un tiempo de lamentar y un tiempo de bailar”. Si su corazón ha estado apesadumbrado durante algún tiempo, quizá sea hora de permitir que la luz del Hijo de Dios entre en su corazón. Les suplico que simplemente miren al agua ¡y observen su verdadero reflejo! ¡Dense cuenta del propósito por el cual fueron creados! ¡Levanten el rostro y eleven la vista hacia el horizonte!

¡Es bueno que rían! ¡Es bueno que estén felices! Eleven sus voces y “alab[en] al Señor con cantos, con música, con baile y con oración dealabanza y acción de gracias” 

No puedo imaginar un cielo lleno solamente de seres sombríos que nunca hablan o que no disfrutan de la música ni les gusta charlar con los demás; para mí, eso no es el cielo. Estoy seguro de que no fueron creados para pasar horas y días de su vida aislados el uno del otro, preocupados y desesperados. Fueron creados para tener gozo, así que ¡celebremos las misericordiosas bendiciones de un gozoso y amoroso Padre Celestial!

No tienen que esperar que alguien les dé permiso para llenar su corazón de acción de gracias y felicidad; pueden hacerlo muy bien por ustedes mismos. Reúnanse como jóvenes, en sus barrios o ramas, pero también con los jóvenes de estacas y distritos vecinos. Bailen, estudien el Evangelio y presten servicio juntos; presten servicio a sus semejantes y diviértanse al hacerlo. Es mi ruego sincero que el conocimiento de quiénes son y lo que pueden llegar a ser llene su alma del apacible amor de Dios y que ello encienda en ustedes una felicidad digna de su verdadero legado, puesto que en realidad son príncipes y princesas, reyes y reinas.

¿Encontraré a mi alma gemela?


Ahora bien, otra pregunta que escuchamos de ustedes, jóvenes, es: “Me siento tan solo o sola. ¿Llegaré a encontrar a mi alma gemela?. Tengo varias cosas que decir al respecto, pero comencemos con el concepto de encontrar a la persona que fue hecha para ustedes, la que es perfecta para ustedes.
Hay un viejo cuento sobre una jovencita que está en una excavación arqueológica y descubre una lámpara antigua. Cuando la frota, aparece un genio que le ofrece cumplirle un deseo. Ella piensa por un momento y le pide paz mundial: que las personas se amen y vivan en armonía para siempre.
El genio considera su petición y finalmente dice: “Lo que me pides es imposible. La división entre los pueblos del mundo es demasiado profunda y ha existido por demasiado tiempo. Por favor pídeme otra cosa. Cualquier cosa, menos eso”.
Entonces, la jovencita piensa de nuevo y dice: “En algún lugar está la persona que fue hecha para mí. Lo quiero encontrar: alguien que sea guapo, atento y que tenga sentido del humor; alguien que ayude con los quehaceres de la casa, que le gusten los niños, que no vea deportes todo el tiempo, que tenga un muy buen trabajo, que piense primero en mi felicidad; alguien que salga de compras conmigo y que se lleve bien con mi familia”.
El genio considera su petición por un momento, suspira profundamente y luego dice: “Déjame ver qué puedo hacer para concederte la paz mundial”.
Sé que esto será una desilusión para algunos, pero no creo que haya una sola persona correcta para ustedes. Creo que me enamoré de mi esposa, Harriet, la primera vez que la vi. Sin embargo, si ella hubiera decidido casarse con otra persona, creo que yo hubiera conocido a alguien más y me hubiera enamorado de esa otra persona. Estoy eternamente agradecido que esto no haya sido así, pero no creo que ella haya sido mi única oportunidad de lograr la felicidad, ni yo la de ella.

Otro error que pueden cometer al salir en citas es esperar encontrar la perfección en la persona con la que estén. La verdad es que las únicas personas perfectas que conocen probablemente son las que no conocen bien. Todos tenemos imperfecciones. Ahora, no estoy sugiriendo que rebajen sus normas y que se casen con alguien con quien no podrán ser felices. Pero me he dado cuenta conforme he madurado en la vida que, si alguien está dispuesto a aceptarme ---tan imperfecto como soy--- entonces yo también debería estar dispuesto a ser paciente con las imperfecciones de los demás. Ya que no encontrarán la perfección en su compañero, y él o ella no la encontrará en ustedes, la única oportunidad que tienen de obtenerla es crear la perfección juntos.

Hay quienes no se casan porque sienten una falta de “magia” en la relación. Por “magia” supongo que quieren decir chispas de atracción. El enamorarse es un sentimiento maravilloso, y nunca les aconsejaría que se casen con alguien a quien no aman. Sin embargo ---y esto es algo que a veces es difícil aceptar--- esa chispa mágica debe ser pulida continuamente. Cuando la magia perdura en una relación es porque la pareja hizo que así fuera, no porque apareció de forma mística impulsada por alguna fuerza cósmica.

Francamente, requiere esfuerzo. Para que una relación sobreviva, ambas partes aportan su propia magia y la usan para sostener su amor. Aunque he dicho que no creo que haya una sola alma gemela para alguien, sí sé esto: una vez que se comprometan a casarse, su cónyuge se convierte en su alma gemela, y es su deber y su responsabilidad esforzarse cada día para que así sea. Una vez que se hayan comprometido a esto, la búsqueda del alma gemela se acabó. Nuestros pensamientos y acciones cambian de buscar a crear.

¿Y qué sucede con aquellos que abandonan la esperanza de encontrar a un compañero eterno? Primero, no se den por vencidos. Vayan a actividades, conozcan a personas y hagan su parte. Sé que salir con personas del sexo opuesto puede ser difícil. El rechazo es una de las cosas más dolorosas que podemos pasar. Créanme que sé lo que se siente. Yo me enamoré de Harriet mucho antes de que ella se enamorara de mí.

Pero eso no me detuvo; para nada. Buscaba maneras de estar en el mismo lugar donde ella estaba. Cuando repartía la Santa Cena en la capilla, me las arreglaba para repartírsela a su familia. Me esforzaba por impresionarla, pero creo que me consideraba un poco inmaduro. Ella simplemente no sentía la chispa. Perdí la esperanza de algún día convencerla de que yo podía ser más que un amigo.

Así que me fui; me uní a la Fuerza Aérea y luego me fui al otro lado del mundo para aprender a ser piloto en los Estados Unidos. No fue sino hasta que regresé a Alemania, tras haber completado mi entrenamiento como piloto de guerra, años después de haberla conocido, que esta hermosa jovencita me vio y dijo las palabras mágicas que, durante tanto tiempo, había anhelado escuchar: “Maduraste desde la última vez que te vi”.

No perdí el tiempo después de eso, y, a los pocos meses, me casé con la mujer que había amado por mucho, mucho tiempo.

Así que no se den por vencidos, hermanos y hermanas. Sólo porque los han rechazado una o dos veces ---o tres o cuatro o doscientas veces--- no se desesperen. Hermanos, el secreto de encontrar a la mujer de sus sueños es conocer a muchas y entonces, cuando se enamoren y sientan que es lo correcto, pídanle que se case con ustedes. Si dice que no, continúen su búsqueda y oren hasta que finalmente lleguen con una joven al altar del templo; así que, no se den por vencidos.

Ahora, hermanas, tengan delicadeza. Está bien si rechazan peticiones de citas o propuestas de matrimonio, pero háganlo con delicadeza. Y hermanos, ¡por favor comiencen a invitarlas! Hay demasiadas de nuestras jóvenes que nunca salen en citas. No supongan que ciertas chicas nunca saldrían con ustedes. A veces ellas se preguntan por qué nadie las invita. Simplemente pregúntenles, y estén preparados para seguir buscando si la respuesta es no.

Una de las tendencias que vemos en algunas partes del mundo es que nuestra gente joven sólo se junta para “pasar el rato” en grupos grandes en vez de salir en citas. Si bien no hay nada de malo en reunirse con frecuencia con otras personas de su edad, no sé si realmente puedan llegar a conocer a las personas cuando siempre están en grupo. Una de las cosas que deben aprender es cómo tener una conversación con una persona del sexo opuesto. Una forma magnífica de aprender esto es estando a solas con alguien, hablando con ella o él sin una red de seguridad, por así decirlo.

Las citas no tienen que ser ---y en la mayoría de los casos no deberían ser--- ocasiones costosas y de grandes planes. Cuando mi esposa y yo nos mudamos de Alemania a Salt Lake City, una de las cosas que más nos sorprendió fue el proceso detallado y a veces estresante por el cual los jóvenes tenían que pasar para pedir y aceptar citas.

Relájense; busquen formas sencillas de estar juntos. Una de las cosas que más me gustaba hacer cuando era joven y buscaba una cita, era acompañar caminando a alguna jovencita a su casa después de una reunión de la Iglesia. Recuerden que su meta no debe ser tener una filmación de su cita para que la vean un millón de personas en YouTube. La meta es llegar a conocer a una persona particular y aprender a desarrollar una relación significativa con el sexo opuesto.

Ahora, hay algunos entre ustedes, excelentes jóvenes de la Iglesia, que tal vez nunca se casen. Aun cuando sean dignos en todo sentido, es posible que nunca encuentren a alguien con quien sellarse en el templo del Señor durante esta vida. No hay manera de que alguien que no haya sentido esta desesperación realmente comprenda la soledad y el dolor que ellos posiblemente sientan. Sé de muchas mujeres que lo que más desean en esta vida es ser esposa y madre, y no pueden comprender por qué sus oraciones nunca han sido contestadas. También hay muchos hombres solteros que, por alguna razón, también se encuentran solos.

Primero, permítanme decirles que nuestro Padre Celestial escucha sus oraciones; Él conoce los deseos de su corazón. No puedo decirles por qué las oraciones de una persona se responden de cierta manera mientras que las de otra se contestan de otra. Pero sí puedo decirles esto: los deseos justos de su corazón se cumplirán.

A veces es difícil ver lo que está más allá del sendero que está frente a nosotros. Somos impacientes y no queremos esperar el cumplimiento futuro de nuestros más grandes deseos. Sin embargo, el breve período de esta vida no es nada en comparación con la eternidad. Si tan sólo tenemos esperanza, ejercemos la fe, y perseveramos hasta el fin con alegría, y digo perseverar hasta el fin con alegría; allí, en ese futuro celestial se cumplirán los deseos justos de nuestro corazón y muchísimo más de lo que podemos comprender ahora.

Mientras tanto, no esperen que alguien más complete su vida. Dejen de dudar de ustedes mismos y de preguntarse si tienen algún defecto. Por el contrario, procuren lograr su potencial como hijos de Dios; esfuércense por aprender; ocúpense en una profesión significativa y busquen la satisfacción en el servicio a los demás. Utilicen su tiempo, sus talentos y sus recursos para mejorarse a sí mismos y para bendecir a los que los rodean. Todo esto es parte de su preparación para tener una familia. Participen activamente en su barrio o rama, y procuren magnificar sus llamamientos, sin importar cuáles sean.

El gran propósito de esta existencia terrenal es aprender a amar plenamente a nuestro Padre Celestial y a nuestros semejantes como a nosotros mismos. Si lo hacemos con todo nuestro poder, mente y fuerza, nuestro destino eterno será grande y glorioso más allá de lo que nos podemos imaginar. Sean fieles, y todo saldrá bien. Ésa es la promesa eterna que se da a todos los que lo aman y honran.

¿Puedo permanecer fiel?


Una tercera pregunta que los jóvenes se hacen es: “¿Puedo permanecer fiel?”. Hay quienes tienen dudas en cuanto a Dios o la Iglesia. Otros ceden a la tentación que los aleja de la seguridad del sendero estrecho y angosto del discipulado.

Cuando era piloto, con frecuencia veía un interesante fenómeno meteorológico al volar entre Europa y África. Se llama convergencia intertropical, y es un conjunto de tormentas eléctricas que se desplazan al norte y al sur del ecuador, y que llena el horizonte de enormes y amenazantes columnas de nubes.

No podía mirar esas nubes sin quedar fascinado por su belleza y majestad. Se extendían y formaban enormes figuras negras, dentro de las cuales los rayos brillaban con luz resplandeciente de una punta a la otra en una furia de fuego indescriptible. ¡Qué panorama tan glorioso y fascinante!

Pero ¿qué piensan que hacen los pilotos cuando se acercan a esas tormentas? Las evitan, sin importar cuán hermosas e intrigantes parezcan ser. Conforme la humedad se eleva en esas nubes, comienza a congelarse, formando granizo del tamaño de pelotas de fútbol que pueden perforar el metal y destruir un avión. La turbulencia severa y las descargas eléctricas pueden incapacitar los aviones y sus sistemas.

¿No es acaso verdadero el mismo principio cuando ven cosas que pueden causar daño espiritual? La tentación no sería tentación si no pareciera atractiva, fascinante o divertida. Pero, tal como el piloto que se acerca a la tormenta, hay que aprender a evitarla, sin importar cuán hermosa o intrigante pueda parecer.

Puesto que nuestro Padre Celestial ama a Sus hijos, nos ha dado mandamientos para mantenernos a una distancia segura de esas tormentas dañinas. Él no obliga a ninguno de Sus hijos a caminar en Su senda. Él permite y espera que nosotros tomemos la decisión. Pero deben saber esto: algunas decisiones llevan al desastre; por lo tanto, escojan lo correcto.

Agrego mi testimonio al coro de advertencias en contra del terrible problema de la pornografía. Evítenla; manténganse alejados de ella. Las mismas palabras que usábamos para entrenar a los pilotos en cuanto a las tormentas eléctricas se las digo en cuanto a la pornografía: “Eviten, eviten, eviten”.

No supongan que pueden poner la trompa del avión sólo un poco dentro de la tormenta; no coqueteen con la pornografía. Recuerden que con frecuencia las cosas más repugnantes y destructivas pueden parecer atractivas al principio. Eviten las cosas que puedan ponerlos en peligro.

¿Es verdad?

Vayamos al siguiente punto: ¿Qué sucede con las dudas y las preguntas? ¿Cómo llegan a saber que el Evangelio es verdadero? ¿Está bien tener preguntas en cuanto a la Iglesia y su doctrina? Mis queridos jóvenes amigos, somos personas que hacen preguntas, porque sabemos que el preguntar conduce a la verdad. Fue así que comenzó la Iglesia, por un joven que tenía interrogantes. De hecho, no estoy seguro de cómo se puede descubrir la verdad si no se hacen preguntas. En las Escrituras, rara vez encontrarán una revelación que no se haya recibido en respuesta a una pregunta. Cuando surgía una pregunta y José Smith no sabía la respuesta, le preguntaba al Señor, y el resultado de ellas son las maravillosas revelaciones de Doctrina y Convenios. Con frecuencia el conocimiento que José recibía iba más allá de la pregunta original, y eso se debe a que el Señor no sólo puede contestar la pregunta que hacemos, sino, más importante aún, puede darnos respuestas a las preguntas que deberíamos haber hecho. Prestemos atención a esas respuestas.

La obra misional de la Iglesia se basa en investigadores sinceros que hacen preguntas sinceras. La indagación es la cuna del testimonio. Algunos quizá se sientan avergonzados o indignos porque tienen preguntas en cuanto al Evangelio, pero no deberían sentirse así. El hacer preguntas no es señal de debilidad; es el acto precursor del crecimiento.

Dios nos manda buscar respuestas a nuestras preguntas y sólo nos pide que las busquemos “con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo”. Cuando lo hacemos, la verdad de todas las cosas nos será manifestada “por el poder del EspírituSanto” 

No teman; hagan preguntas; ¡sean curiosos, pero no duden! Siempre aférrense a la fe y a la luz que ya han recibido. Puesto que nuestra visión es imperfecta en la vida terrenal, no todo va a tener sentido en este momento. De hecho, pienso que si todo tuviera sentido sería prueba de que todo había sido inventado por una mente terrenal. Recuerden que Dios ha dicho:


Sin embargo, ustedes saben que uno de los propósitos de la vida terrenal es llegar a ser más parecidos a su Padre Celestial, en sus pensamientos y en sus caminos. Desde esta perspectiva, el buscar respuestas a sus preguntas puede acercarlos más a Dios, lo cual fortalecerá su testimonio en vez de debilitarlo. Es cierto que “la fe no es tener un conocimiento perfecto”, pero al ejercitar la fe, aplicar los principios del Evangelio todos los días, bajo cualquier circunstancia, probarán el dulce fruto del Evangelio, y por este fruto sabrán de su verdad.

Ustedes son eternos

Siempre habrá voces que les dirán que son insensatos por pensar que son cisnes; que insistirán en que sólo son patitos feos y que no pueden esperar llegar a ser ninguna otra cosa.

Pero ustedes saben que no es así. Gracias a la palabra revelada de un Dios misericordioso, han visto su verdadero reflejo en el agua y han podido sentir la gloria eterna de ese espíritu divino que forma parte de ustedes. Ustedes no son seres comunes, mis queridos jóvenes amigos de todo el mundo; ustedes son gloriosos y eternos.

Sin importar cuáles sean las circunstancias o las pruebas de su vida, los exhorto a que recuerden quiénes son, de dónde provienen y a dónde van, ya que las respuestas a esas preguntas realmente brindarán confianza y dirección a su vida.

Su Padre Celestial vive; Él los conoce. Él les habla en estos últimos días por medio de profetas y apóstoles. El presidente Thomas S. Monson es el profeta del Señor en la tierra en la actualidad. La Iglesia es dirigida por el Salvador Jesucristo; yo lo sé; Él está a la cabeza de esta Iglesia.

En el día de hoy les hablo con imperfección y con acento alemán, pero les prometo que las palabras que sienten en el corazón y en la mente y en el alma les llegan por medio de la elocuencia, la pureza y el poder del Espíritu Santo; y por el poder del Espíritu Santo pueden saber la verdad de todas las cosas.

Hermanos y hermanas, mis queridos amigos: los amo, los amo con todo mi corazón; estoy agradecido por ustedes; estoy agradecido por su bondad. Como apóstol del Señor Jesucristo, nuestro Salvador, los bendigo en forma individual y colectiva, para que aprendan a saber quiénes son en realidad y qué deben hacer y ser para llevar una vida feliz y satisfactoria.

Es mi ruego y bendición que, cuando vean su reflejo, ver más allá de las imperfecciones y dudas, y que puedan reconocer quiénes realmente son: hijos e hijas gloriosos de Dios Todopoderoso. En el sagrado nombre de Jesucristo. Amén.


lunes, 1 de abril de 2013

A LAS MUJERES JÓVENES DE LA IGLESIA

 "Tenemos una tremenda esperanza ustedes. Esperamos mucho de ustedes. No se conformen con menos de lo que el Señor espera de ustedes."


Mis queridas hermanas, esta ha sido una reunión maravillosa. ¡Que gran oportunidad es para mi reunirme con las hijas escogidas de nuestro Padre Celestial congregadas en centros de reuniones de todo el mundo!

En la conferencia general de abril, tuve una oportunidad similar de hablarles a todos los varones de la Iglesia durante la reunión general del sacerdocio el sábado por la noche. En esa ocasión hable directamente a los poseedores del Sacerdocio Aarónico, y esta noche quisiera dirigir mis palabras a las mujeres jóvenes correspondientes a esa misma edad.

Parte de lo que diré esta noche será exactamente lo mismo que les dije a los jóvenes hace seis meses, lo cual quiero que sepáis que también se aplica directamente a vosotras. También hablare esta noche de otros asuntos que se aplican solamente a vosotras como hermanas jóvenes, y a sus llamamientos sagrados como hijas de nuestro Padre Celestial.

El presidente David 0. McKay dijo: ''No hay nada mas sagrado que el ser mujer'', y yo concuerdo totalmente con esa afirmación.

Agradezco tanto el tema de esta reunión: ''Para que abundes en la esperanza". Es un tema inspirado.
¡Cuan grandes esperanzas tengo para ustedes, mis jóvenes hermanas! ¡Cuan grandes esperanzas tiene para ustedes nuestro Padre Celestial!

Han nacido en estos tiempos por un propósito sagrado y glorioso. No fue por casualidad que se les ha reservado para venir a la tierra en esta ultima dispensación, la del cumplimiento de los tiempos. Su nacimiento en esta época en particular se pre ordenó en las eternidades.

Deben ser hijas reales del Señor en los últimos días. Son una ''juventud bendita'' 

Mis jóvenes hermanas, me da gusto ver a tantas de vosotras al lado de vuestras madres esta noche. Les aconsejo a todas que se acerquen a vuestra madre. Ámenlas  respétenlas; honrenlas; reciban el consejo de su madre conforme ella las ame y les enseñe con rectitud. Honren y obedezcan a vuestro padre conforme el sea la cabeza del hogar; emulad sus cualidades espirituales.

Mujeres jóvenes, la unidad familiar es eterna y deben hacer todo lo posible por fortalecer esa unidad. En sus propias familias, fomenten la noche de hogar familiar y participen activamente en ella. Fomenten también la oración familiar. Arrodíllense con su familia en aquel circulo tan sagrado. Hagan su parte por hacer crecer la verdadera unidad y solidaridad familiar.

En un hogar así no existe la brecha de comunicación entre las generaciones, la cual es un instrumento del diablo. La amistad mas importante que deben cultivar está entre sus hermanos y hermanas y la de su padre y su madre. Amen a vuestra familia y sean leales. Sientan un interés sincero en sus hermanos y hermanas y ayudenlos a llevar sus cargas para que puedas decir con sinceridad: ''No me importa lo que me cueste, porque es mi hermano".

Recuerden que "la familia es una de las mejores fortalezas para protegernos de la maldad de nuestros días."

Ayuden a mantener fuerte y unida a vuestra familia, y digna de recibir las bendiciones de nuestro Padre Celestial. Al hacerlo, recibirán fe y esperanza y fortaleza que bendecirán para siempre vuestra vida.

En seguida, jovencitas, quisiera exhortarlas a participar en un programa diario de lectura de las Escrituras y meditación en ellas. Recordamos la experiencia que tuvo nuestro amado profeta, el presidente Spencer W. Kimball. Siendo un joven de catorce años de edad, acepto el cometido de leer la Biblia de tapa a tapa. La mayor parte la leyó a la luz de una lámpara de petróleo en su dormitorio del ático dela casa. Leyó todas las noches hasta completar las 1.519 páginas, lo cual le tomo aproximadamente un año; pero logro su meta.

De entre los cuatro libros canónicos de la Iglesia -la Biblia, el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios, y la Perla de Gran Precio- yo las exhortaría particularmente a leer una y otra vez el Libro de Mormón y meditar sobre sus enseñanzas y aplicarlas en vuestra vida. El profeta José Smith se refirió al Libro de Mormón como ''el más correcto de todos los libros sobre la tierra, y la clave de nuestra religión; y que un hombre o una mujer, se acercaría más a Dios por seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro"

Jovencitas, el Libro de Mormón cambiara su vida; las fortalecerá contra la maldad de nuestros días; infundirá en su vida una espiritualidad que no puede brindarles ningún otro libro; será el libro más importante de todos los que lean para prepararlos para enfrentar los problemas de la vida. Una jovencita que ame y conozca el Libro de Mormón, que lo haya leído varias veces, que tenga un profundo testimonio de su veracidad, y que aplique sus enseñanzas en su vida, podrá vencer las astucias del diablo y será un instrumento útil en las manos del Señor.

También quisiera animarlas, jóvenes hermanas, conforme se acerquen a los años de la adolescencia, a que reciban su bendición patriarcal. Estúdienla detenidamente y considérenla como Escritura personal dirigida exclusivamente a ustedes, porque eso es. Una bendición patriarcal es ''una declaración profética e inspirada de la vida y misión de una persona, con bendiciones, advertencias y admoniciones de acuerdo con lo que el patriarca se sienta inspirado a dictar''

Jovencitas, reciban su bendición patriarcal bajo la influencia del ayuno y la oración, y después léanla con regularidad para que sepan la voluntad de Dios para ustedes.

Ahora quisiera dirigir su atención a la importancia de asistir a todas las reuniones de la Iglesia. La asistencia fiel a dichas reuniones proporciona bendiciones que no se pueden recibir de ninguna otra manera.
  • Asistan todos los domingos a la reunión sacramental. Escuchen detenidamente los mensajes. Rueguen al Padre por el espíritu de comprensión y por un testimonio. Participen de la Santa Cena con manos limpias y un corazón puro.
  • Asistan todos los domingos a las clases de la Escuela Dominical. Escuchen detenidamente la lección y participen en los análisis. Como resultado, llegaran a ser doctas en el evangelio y su testimonio crecerá.
  • Asistan todos los domingos a las reuniones de las Mujeres Jóvenes y asistan a las actividades semanales. Aprendan bien sus responsabilidades en el evangelio y luego pónganlas en práctica con diligencia.
  • Asistan con regularidad a seminario y gradúense de este programa. La instrucción que se da en seminarios es una de las experiencias espirituales más significativas que una jovencita puede tener.
Jovencitas, aprovechen en su totalidad los programas de la Iglesia. Establezcan sus metas para obtener la excelencia en los programas de logros de la Iglesia.

El programa de Mi Progreso Personal para las mujeres jóvenes es un programa excelente orientado hacia las metas. Su propósito es ayudar a desarrollar las cualidades y virtudes de una jovencita ejemplar de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Obtengan el premio Reconocimiento a la Mujer Virtuosa y lúzcanlo con orgullo el medallón dorado. No se conformen con mediocridades en este gran programa de incentivos para las mujeres jóvenes de la Iglesia.

Ahora quisiera hablarles sobre el servicio misional en el reino. Tengo un sentimiento muy firme sobre esto y espero que entiendan los anhelos de mi corazón. El profeta José Smith declaró: 'Después de todo lo que se ha dicho, [nuestro] deber más grande e importante es predicar el evangelio".

El Señor desea que todo hombre joven sirva en una misión regular; sin embargo, en la actualidad sólo una tercera parte de los jóvenes en edad de hacerlo están sirviendo en misiones. Esto no complace al Señor. Podemos lograr más. Debemos lograr más. Una misión no solamente se debería considerar como un deber del sacerdocio, sino que todo joven debería estar ansioso de llegar a esa experiencia con gozo y expectación.

Un jovencito no puede hacer nada más importante que esto. Los estudios pueden esperar. Las becas se pueden postergar. Se pueden posponer las oportunidades de trabajo. Si, aun el matrimonio en el templo debe esperar hasta después que un hombre haya cumplido honorablemente con una misión regular para el Señor.

Ahora bien, ¿por qué les menciono esto a ustedes jovencitas esta tarde'? Porque ustedes pueden tener una influencia positiva en los jóvenes para que sirvan en una misión regular. Hagan que los jovencitos a los que conozcan sepan que ustedes esperan que ellos cumplan con sus responsabilidades misionales; que personalmente, ustedes desean que ellos sirvan en el campo misional, porque sabéis que allá es donde el Señor los quiere.

Evitar el noviazgo serio con un jovencito antes del tiempo de su llamamiento misional. Si su relación con él es más bien amistad, el podrá tomar esa decisión más fácilmente y concentrar sus energías de lleno en la obra misional, en vez de pensar en la novia que tiene en casa. Y una vez que regrese de servir una misión honorable, será un mejor esposo, padre y poseedor del sacerdocio, habiendo servido primero una misión regular.

No hay duda de que las jovencitas fieles de la Iglesia pueden tener una gran influencia positiva para ayudar a los jóvenes a magnificar su sacerdocio y para motivarlos a las buenas obras y a ser lo mejor que pueden ser.
Recuerden, jovencitas, ustedes también pueden tener la oportunidad de servir en una misión regular. Estoy agradecido de que mi compañera eterna sirvió en una misión en Hawai antes de que nos casáramos en el Templo de Salt Lake, y me complace haber tenido tres nietas que han servido misiones regulares. Algunos de nuestros mejores misioneros son jóvenes hermanas.

Ahora quisiera hablaros de la pureza personal.

El rey Salomón dijo que una mujer virtuosa vale mucho más que las piedras preciosas (Proverbios 31:10).
Jovencitas, protejan y cuiden su virtud como proteger vuestra propia vida. Deseamos que vivan una vida moralmente limpia toda la vida. Queremos que la vida moralmente limpia sea vuestra forma de vida.

Si, es cierto que uno se puede arrepentir de las transgresiones morales. El milagro del perdón es real y el arrepentimiento verdadero es aceptado por el Señor. Pero no le complace al Señor que demos rienda suelta a nuestros deseos, que nos involucremos en transgresiones sexuales de cualquier naturaleza y luego esperemos que una confesión ya planeada y un arrepentimiento rápido puedan satisfacer al Señor.

El presidente Kimball fue enfático en este punto. En su maravilloso libro El milagro del perdón, declara: ''El hombre [o la mujer] que resiste la tentación y vive sin pecar esta en mucho mejor posición que el hombre [o la mujer] que ha caído, no importa cuán arrepentido pueda este sentirse… ¡Cuánto mejor es jamás haber cometido el pecado!''

Uno de nuestros buenos presidentes de estaca nos relató la siguiente experiencia:

''Recuerdo a una chica que fue mi compañera en la escuela secundaria. Era de una buena familia de miembros de la Iglesia, pero en la secundaria empezó a violar sus normas y principios.

''Recuerdo lo sorprendido que quede en una ocasión cuando en grupo íbamos en la parte de atrás del autobús que nos llevaba a la escuela, y conversábamos sobre las consecuencias del pecado y la transgresión. Ella firmemente comentó que no le preocupaba cometer algún pecado porque su obispo le había dicho que podría arrepentirse fácilmente y pronto seria perdonada.

"Bueno, me quedé pasmado ante tal actitud que no reflejaba ninguna comprensión sobre el arrepentimiento ni ningún agradecimiento por el milagro del perdón. Estaba seguro también de que ella había malinterpretado gravemente la instrucción y el consejo de su obispo."

El adulterio, o cualquier cosa parecida, es abominable a la vista del Señor. El presidente Kimball advirtió también sabiamente:

“Entre los pecados sexuales más comunes que cometen nuestros jóvenes están comprendidos el besuqueo y las caricias indecorosas. Estas relaciones impropias no solo conducen frecuentemente a la fornicación, el embarazo y el aborto todos ellos pecados repugnantes sino que son maldades perniciosas en sí y de sí mismas, y con frecuencia le es difícil a la juventud distinguir donde una acaba y la otra empieza…

Con demasiada frecuencia los jóvenes echan al olvido este género de caricias, encogiéndose de hombros como si se tratara de una pequeña indiscreción, pero al mismo tiempo admiten que la fornicación es una transgresión impía. Muchísimos de ellos se llenan de espanto, o lo fingen, cuando se les dice que lo que han cometido, llamándolo acariciar y palpar, fue en realidad luna forma del fornicación.”

Jóvenes hermanas, sean recatadas. La modestia en el vestir, en la forma de hablar y en el comportamiento es una verdadera marca de refinamiento y un sello distintivo de una mujer virtuosa Santo de los Últimos Días. Evitad lo bajo, lo vulgar y lo sugestivo.

Junto con los jóvenes del Sacerdocio Aarónico, recuerden el precepto de las Escrituras: "Sed limpios, los que llevan los vasos del Señor'' (3 Nefi 20: 41; véase Isaías 52:11).

Recuerden la historia de José en Egipto, quien no cedió ante la esposa de Potifar y mantuvo su pureza y virtud (Génesis 39:7-21).

Consideren cuidadosamente las palabras del profeta Alma a su hijo descarriado, Coriantón: "Quisiera que te arrepientas y abandones tus pecados, y no te dejes llevar más por las concupiscencias de tus ojos'' (Alma 39: 9)

"Las concupiscencias de tus ojos.'' ¿Que significa esta expresión en nuestros días? Las películas. Los programas de televisión y los  videos que son tanto sugestivos como sensuales. Las revistas y los libros obscenos y pornográficos. Les aconsejamos, jovencitas, que no ensucien su mente con materiales tan degradantes, porque la mente por la cual pasan estas inmundicias nunca vuelve a quedar igual. No vean películas ni videos vulgares, ni participen en ninguna clase de actividades inmorales, sugestivas o pornográficas. Y no acepten salir con jóvenes que puedan llevaros a tal tipo de actividades.

No escuchen música degradante. Recuerden la declaración del élder Boyd K. Packer:
"La música, una vez… inocente, ahora muchas veces se usa para fines malvados…

En nuestros días, la música misma se ha corrompido. La música puede, por su movimiento, su compás o su intensidad [y me gustaría agregar que por su letra] embotar la sensibilidad espiritual de los hombres [y de las mujeres]. . .

''Jóvenes'' continua diciendo el élder Packer. ''no podéis daros ellujo de llenar vuestra mente con la música indigna y ruidosa de hoydía''.

Por el contrario, les recomendamos que escuchen música edificante, tanto popular como clásica. Aprendan algunos himnos favoritos de nuestro nuevo himnario que ayudan a edificar la fe y la espiritualidad. Asistan a bailes donde la música y la iluminación y el mismo baile sean de tendencia espiritual. Miren películas y programas que edifiquen el espíritu y fomenten pensamientos y acciones limpios. Lean libros y revistas que conduzcan a lo mismo.

Recuerden, jovencitas, la importancia del noviazgo apropiado. El presidente Kimball nos da un sabio consejo al respecto:

''Desde luego, el matrimonio apropiado empieza con un noviazgo adecuado… Por tanto, se hace fuerte hincapié en esta amonestación: No corras el riesgo de salir con no miembros ni con miembros que carecen de preparación y de fe. Una joven podrá decir: 'No, ninguna intención tengo de casarme con esta persona. Salgo con él para divertirme'. Sin embargo, uno no debe correr el riesgo de enamorarse de alguien que quizá nunca acepte el evangelio.''

Nuestro Padre Celestial desea que salgan con jóvenes que sean fieles miembros de la Iglesia, que sean dignos de llevarlas al templo y casarse a la manera del Señor. Habrá un nuevo espíritu en Sión cuando las jovencitas digan a sus novios: ''Si no puedes obtener una recomendación para el templo, no voy a atar mi vida a la tuya, ni siquiera por esta vida''. Y los jóvenes que regresan de sus misiones dirán a sus novias: ''Lo siento, pero por mucho que te ame, no me casaré contigo si va a ser fuera del santo templo".

Mis jóvenes hermanas, tenemos una tremenda esperanza en ustedes. Esperamos mucho de ustedes. No se conformen con menos de lo que el Señor espera de ustedes.

En 2 Nefi 31:20, el profeta Nefi exclama: ''Por tanto, debéis seguir adelante con firmeza en Cristo, teniendo un fulgor perfecto de esperanza y amor por Dios y por todos los hombres. Por tanto, si marchan adelante, deleitándose en la palabra de Cristo, y perseveran hasta el fin, he aquí, así dice el Padre: Tendréis la vida eterna.''

Si, denme una jovencita que ame su hogar y a su familia, que lea las Escrituras diariamente y medite en ellas, que tenga un testimonio ardiente sobre el Libro de Mormón. Denme una jovencita que asista fielmente a sus reuniones de la Iglesia, que se gradúe de seminario, que haya ganado el Reconocimiento a la Mujer Virtuosa, y que lo luzca con orgullo. Denme una jovencita que sea virtuosa y que haya mantenido su pureza personal, que no se conforme con menos que un matrimonio en el templo y yo les daré una jovencita que hará milagros para el Señor, ahora y en las eternidades.

Ahora quisiera decir unas pocas palabras a las madres y a los líderes de estas maravillosas jóvenes.
Madres, manténganse cerca de sus hijas. Ganen y merezcan su amor y su respeto. Manténganse unidas a sus maridos en la crianza de sus hijos. No hagan nada que pueda ser la causa de que sus hijas tropiecen debido a su ejemplo.

Enseñen a sus hijas a prepararse en la carrera más importante de la vida: la de ama de casa, esposa y madre. Enséñenles a amar el hogar porque ustedes aman el hogar. Enséñenles la importancia de ser madres de tiempo completo en el hogar.

Mi compañera eterna ha aconsejado sabiamente a las madres: ''Irradien un espíritu de alegría y gozo en los quehaceres del hogar. Ustedes enseñan por el ejemplo su actitud hacia las labores de la casa. Su actitud dirá a sus hijas: 'Soy sólo una ama de casa', o les dirá: 'Ser ama de casa es la profesión más sublime y noble a la que una mujer puede aspirar' ''.

Líderes del sacerdocio, recuerden que la responsabilidad primordial y más importante del obispo es el Sacerdocio Aarónico y las Mujeres Jóvenes del barrio.

Obispos, manténganse cerca, tanto de los hombres jóvenes como de las mujeres jóvenes. Den tanta importancia al programa de las mujeres jóvenes como le dais al de los hombres jóvenes. Preocúpense tanto de las actividades y clases de las mujeres jóvenes, de sus campamentos y actividades sociales, sus charlas fogoneras y conferencias, como lo hace con los hombres jóvenes. Reconozcan con igual valor la presentación del premio Reconocimiento a la Mujer Virtuosa como la de Mi Deber a Dios y la de Scout Aguila.

Dediquen el tiempo necesario (y lleva tiempo) a las entrevistas personales con las mujeres jóvenes del barrio. Hablen a menudo con ellas sobre sus metas y aspiraciones personales, sus problemas y su dignidad personal. Sean obispos que realmente se interesen por cada jovencito y jovencita del barrio.

A las líderes de las Mujeres Jóvenes que se encuentran aquí esta tarde: Amen de corazón a las jóvenes hermanas con quienes trabajan; compenétrense en sus vidas; sean una verdadera amiga y consejera para ellas; cumplan bien con vuestra mayordomía. Con toda la energía de su corazón, ayudadles a llegar a nuestro Padre Celestial siendo limpias, dulces y puras.

Ahora, para terminar, mis queridas jóvenes hermanas, ¡como las amo y las respeto! ¡Como oro por ustedes! ¡Como abunda mi esperanza en ustedes! Recuerden el consejo que les he dado esta tarde. Es lo que el Señor desea que escuchen ahora, hoy día.

Vivan de acuerdo con su potencial divino. Recuerden quienes son y la divina herencia que tienen, la de ser literalmente hijas reales de nuestro Padre en los cielos. Oh 'juventud bendita', con todo mi corazón les digo: ''¡A vencer, a vencer, a vencer!''. En el nombre de Jesucristo. Amén