sábado, 31 de agosto de 2013

Lugar Sagrado

Conocer a Cristo mejor

"Debemos llegar a conocer a Cristo mejor de lo que lo conocemos; debemos recordarle con más frecuencia de lo que le recordamos; debemos servirle más valientemente de lo que le servimos"

Howard W. Hunter

Con más valentía

viernes, 30 de agosto de 2013

Esfuércense

"Esfuércense por ser dignos de la joven más encantadora del mundo. Manténganse dignos a lo largo de todos los días de su vida"

Gordon B. Hinckley
Aspiren a alguien digno

jueves, 29 de agosto de 2013

El más profundo deseo

"El más profundo deseo de mi corazón es que todo miembro de la Iglesia sea digno de entrar al templo"

Howard W. Hunter

El deseo más profundo

Reseña de "Cómo en el cielo así también en la tierra"

El Élder Jeffrey R. Holland y su amada esposa Patricia T. Holland mediante la publicación de este libro nos muestra que hay cosas que cada persona puede hacer para contribuir a que su vida mortal sea más placentera, más espiritual y más como nuestro hogar celestial. En el contenido de este libro podemos apreciar las historias de la vida cotidiana de este hermoso matrimonio que nos muestra que ellos al igual que nosotros son seres humanos que se hallan en un estado de imperfección pero que en proceso de sus vidas han adquirido las experiencias que les han ayudado a crecer juntos y poder traer un poco del cielo a su hogar.


El libro contiene 17 capítulos de los cuales se encuentra dividido en tres partes, los ocho primeros capítulos conforman la parte llamada PERCEPCIONES Y REFLEXIONES,  escritos por la hermana Patricia. La segunda parte, el capitulo intermedio, que es el nueve, es una conversación del matrimonio Holland. Para finalizar la tercera parte, están los capítulos del diez al diecisiete, escritos por el Élder Holland llamada CERTEZAS Y AFIRMACIONES
  
A continuación pasaré a hacer una breve reseña de lo que pude aprender de cada parte de este libro:

PERCEPCIONES Y REFLEXIONES

Capítulo I: Cumplir con la medida de nuestra creación

Cada una de nosotros se autopregunta interiormente ¿por qué vine aquí? ¿cuál es mi propósito en esta vida? ¿que será de mí más adelante?, estas y muchas más preguntas son las que nos hacemos en el viaje de nuestra vida. Lo que no hemos podido percibir es que cada uno de nosotros tenemos un papel fundamental en nuestra estancia temporal en este estado. Lo que me llamó la atención fue esta frase:
Señor nos utiliza a causa de nuestras personalidades y diferencias únicas más que a pesar de ellas. Él nos necesita a cada uno de nosotros, con todos nuestros defectos, debilidades y limitaciones.
Mediante esto he podido comprender que cómo el diamante bruto que soy, con imperfecciones y defectos estoy aquí para ser pulida y refinada a la manera que Él requiera, las cualidades que tenemos nos ayudarán a poseer las que nos falten con el fin de cumplir con la medida con la que fuimos creados y cumplir con el propósito por el cual fuimos enviados.

Somos hijos e hijas de un Padre Celestial que nos ama quien nos envió aquí pero para no fracasar sino para triunfar con gloria, durante este paso en la vida cada decisión que tomemos tornémosla de acuerdo a lo que Él quisiera que realicemos.

Capítulo II: A un susurro de distancia del cielo

En estos tiempos, el mundo se va acelerando cada día con una rapidez sorprendente, que nos puede tornar a la desesperación, en algunos casos, la frustración y demás sentimientos negativos de no poder cumplir a cabalidad con nuestras responsabilidades tanto en nuestro trabajo, estudios, familia y responsabilidades en la Iglesia. A esto una frase reflexiva es la siguiente:
...cualquier cosa importante es pesada y difícil. Quizás el Señor lo diseñó de ese modo para que apreciáramos, retuviésemos y magnificásemos los tesoros que más importan.
Recordemos que como a Nefi, junto con la tarea se nos concede el talento, ahora no es que este talento vendrá de la nada sino que requiere un proceso para poder desarrolllarlo pero es por eso que se nos da porque podemos hacerlo. Si sentímos que todo se torna fácil, detengámonos y pensémos que esto puede ser un factor que nos desvíe de nuestros propósitos eternos, que nos pueda llevar a un camino que no sea el que se requiera y nos deje en una incapacidad espiritual.

Durante nuestro viaje de regreso a la morada celestial se presentarán muchas pruebas y desafíos, pero depende de nosotros crear las circunstancias apropiadas para superar esos episodios, el Señor dijo ¿hay para mi algo imposible?, definitivamente no lo creo, estamos a una distancia tan corta del cielo de Él que mediante la oración podemos expresarle nuestros sentimientos, dudas, temores, alegrías, sueños a nuestro mejor amigo, confidente y sobre todo amoroso Padre, quien espera sólo que doblemos nuestras rodillas e invoquemos Su nombre para que su infinito amor pueda respondernos y mostrarnos la vía. 

Capítulo III: Todo tiene que ver con el corazón

¿Cómo está nuestra actitud y disposición? ¿tenemos un corazón quebrantado y humilde, de amor y de interés por los demás?, estas son las preguntas que me hice al leer este capítulo, ¿que he hecho por mi prójimo hoy?. Puedo entender con mayor intensidad que cuando dejo el "yo" por "ustedes" me acerco más a mi Padre Celestial, porque lo que Él deseas es regresemos juntos a Su presencia, es el por qué de regresar cómo familias eternas.

Un corazón humilde y lleno de amor nos trae más comunicación con los cielos, a veces puede costar creer que cuando nos presentamos insensatos ante Él, es que la revelación llega a nosotros. Admitir nuestros errores y pedir perdón es lo que hace que recordemos nuestra condición de seres imperfectos que vinimos aquí para poder regresar en otra mejor condición. espiritual.

El Padre Celestial espera mucho de nosotros, ha creado experiencias celestiales, el no ha perdido la esperanza en nosotros por lo que nosotros tampoco debemos de perderlas. La frase que me gustó fue:
...por encima de todo, el saber que cuando necesitemos ayuda podremos procurarla más allá del velo, debiera darnos un fulgor perfecto de esperanza.
Capítulo IV: Los frutos de la paz
El amor por Dios y por nuestro prójimo es la única puerta de escape de la prisión del yo. La región de la vida de una mujer es una región espiritual. Dios, el prójimo de la mujer, su familia y amigos son el amplio mundo en que el espíritu de ella puede encontrar el único espacio en el que crecer.
Para mí esta frase es la que engloba todo el capítulo. ¿A caso no hay paz cuando uno está al servicio de sus semejantes?, ¿qué es lo que nos puede llevar a ese estado sublime de paz?. Definitivamente se  cumple la escritura que citó el rey Benjamín en Mosíah 2:17, que mejor manera de llegar a ese estado de paz que dejandote a ti mismo y estar al servicio de los demás, esa es una manera de demostrar amor al Padre.

Algo que me dejé meditando fue que "para ser alguien debes de amar a todos", no a algunos sino a todos, porque Él no hace acepción de personas, Su amor es igual a cada uno de nosotros, entonces ¿por qué no hacemos lo mismo?. Algunas veces es difícil, pero no imposible, Él nos dará el poder para hacerlo. Si creamos hábitos de no juzgar y los cambiamos por alagar las cualidades que tengan, si cambiamos nuestros rencor por perdonar a los que nos han ofendido así cómo Él lo hizo con nosotros, son medios mediante los cuáles podemos dejar el YO y llegar al USTEDES.

Capítulo V: La consolación con la que somos consolados

Cada decisión que tomamos implica un temor de qué es lo que puede suceder, las pruebas que afrontamos nos llenan de temor de lo que puede ocurrir más adelante. El temor se ha convertido en un compañero que no quiere alejarse de nosotros, pero hay un compañero que nos puede ayudar a combatirlo y es la FE.

Cuando "la FE vence el TEMOR" es que sabemos que tenemos un Padre Celestial que está dispuesto a escucharnos, consolarnos, ayudarnos con los brazos abiertos llenos de amor y misericordia, Él quiere que recurramos hacia su presencia, que lo conozcamos cómo realmente es. Es mediante el servicio que  damos a los demas que desarrollamos la confianza de que estamos aquí por algo, nuestra existencia y misión están pre ordenadas. Día a día requerimos de Él para pedir Su guía así cómo recordar lo siguiente:
Nuestro Padre Celestial nos ama a todos, a pesar de nuestros temores, nuestros errores, nuestra obvia falta de talentos y de confianza. Al abrazar plenamente esta verdad, seremos llenos de un fulgor de esperanza y de un gozo inefable.
Capítulo VI: La perspectiva de una mujer sobre el Sacerdocio

Don acaban nuestros derechos comienzan nuestras responsabilidades. Tanto hombres cómo mujeres,  somos hijos e hijas de un Padre Celestial, quien nos mandó aquí en nuestro debido tiempo a cumplir con una responsabilidad y misión específica a cada uno, ya que antes de venir aquí hicimos un convenio con Él de cumplirlos. No recordamos nada de lo que ocurrió antes de venir a esta tierra, pero mediante la oración, la lectura de las escrituras y una vida recta es que el Señor nos concede mediante la revelación Su voluntad respecto a nosotros y así no desviarnos del plan.

Los privilegios del sacerdocio no se encuentran aislados de los deberes, ni tampoco lo están los privilegios de las mujeres.

Cada uno de nosotros al tener responsabilidades diferentes también tenemos un único destino que es, el regreso a nuestra morada Celestial, es por eso que siempre oímos que vivimos en este mundo pero no pertenecemos aquí. Hemos sido enviados con dones y cualidades los cuales debemos desarrollar y perfeccionar así cómo ayudar a otros a hacerlo.

Nuestro deber cómo mujeres es apoyar a los varones poseedores de Sacerdocio a magnificarlo.Una vez escuché una conversación en la cual una mujer le decía a una hermana Santo de los Últimos Días, ¿que tanto me hablas del Sacerdocio, si tu no lo tienes?, a lo que esta hermana contesto: "claro que sí, lo abrazo cada noche cuando llega a casa". Una oración que no debe de faltar cada día debería de ser qué puedo hacer para ayudar a los sacerdotes de esta tierra.

Abrazamos y ayudamos al sacerdocio de muchas maneras, ya sea nuestro padre, esposo, amigo, hermano, primo, líder, etc. Sea quien fuese, al igual que ellos tenemos deberes y responsabilidades y una meta común regresar al reino Celestial.

Capítulo VII: Los distintos rostros de Eva

En el proceso de este viaje, llamado vida, cada uno expresa distintos rostros en los cuales se reflejan nuestros distintos papeles, ya sea de hija, madre, abuela esposa, hermana, amiga, prima, etc. Cada rol que se nos asigna es con un propósito, pero es ahí dónde aparece la pregunta ¿cuál es el de mayor importancia?, es ahí dónde puedo decir que mi casa y yo debemos ser un reflejo del Templo, pues sí, debido a que este es una casa de orden, mi vida también debe de tener un orden y una prioridad en la que mi bienestar es el centro de todo, aunque puede sonar egoísta pero ¿que pasaría si estoy mal?¿podré servir a mi prójimo de la misma manera? ¿si no me cuido? ¿podré estar saludable para tener disposición al servicio de los demás?


El crecimiento, el cumplimiento, el alcance y el desarrollo de nuestros talentos es parte del proceso de llegar a ser como Dios, la "medida definitiva de nuestra creación.

El mundo cada día está más agitado y es ahí dónde hay más responsabilidades, las cosas se tornan monótonas, caemos en la rutina. En todos esos momentos debemos reflejar nuestro verdadero ser interior que se refleje en el exterior, naturalmente cómo somos y cada día reflejar lo que podemos llegar ser. Cantidad y calidad es el fundamento esencial en toda las cosas que hagamos, es por eso que debemos tomar decisiones sabias mediante nuestra cercanía a Dios. 

Aceptarnos tal y cómo somos es clave de la felicidad en esta vida y la venidera, somos engendradas como sus hijos, a Su imagen pero diferente en propósitos y con una misma meta, no permitamos dejar de reflejar nuestro verdadero ser y mostrarle al mundo lo que podemos llegar a ser y contribuir.

Capítulo VIII: Con tu rostro puesto en el hijo

Muchas veces hay puntos en la vida en los queremos mirara hacia atrás y ver i lo que hasta ahora hemos está bien, si hemos cumplido con la medida de nuestra creación. En este mundo de muchas cargas, el cansancio es un enemigo constante por medio del cuál Satanás quiere actuar y hacernos desfallecer, cómo mujeres Santos de los Últimos Días tenemos responsabilidades que cumplir tanto para la Iglesia cómo en nuestro hogar, el enemigo nos ataca mediante distracciones y la búsqueda de las cosas vanas, nos hace creer que la verdadera búsqueda de la felicidad es tenerlo todo cuando realmente lo que importa es nuestro propósito individua y cómo familias.
Debemos tener el valor de ser imperfectas mientras luchamos en pos de la perfección.
Todos vinimos aquí con dones pre ordenados y a desarrollar otros así cómo a cumplir con misiones encomendadas, una de ellas es que cómo mujeres tenemos la responsabilidad también de velar por el Sacerdocio, esto no es sólo cuestión del varón sino también de la mujer ya que la promesa del Padre Celestial es para ambos cómo familias.

Hay una frase que me gusta repetírmela día a día: "mi vida es un auto examen diario", esto es muy cierto , ya que nos encontramos en el camino para llegar a ser dioses y diosas necesitamos saber cuales son nuestra fortalezas para seguir puliéndolas y nuestras flaquezas y debilidades pedirle al Señor la manera de poder sobrellevaras y mejorarlas porque la vida es un cambio constate de llegar a ser lo que el Padre Celestial desea que seamos con la mira únicamente en Su gloria.

UNA CONVERSACIÓN

Capítulo IX: Algunas cosas que hemos aprendido juntos
"El amor es aquello por lo que pasamos juntos".
Seamos solteros o casados todos estamos expuestos a dificultades, pero estas se han hecho con el propósito de elevarnos y llevarnos a cumplir con nuestra creación. Siempre vamos a necesitar de alguien o los medios mediante los cuales sintamos esa fuera que nos motive a salir adelante, ya sea por medio de tu esposa o esposo, tus padre o amigos. Recuerda tus convenios, en cada paso que demos porque ese será nuestro norte, si siempre ponemos en nuestra mente eso podremos ser fuertes y vencer las adversidades y no lograrán requebrajarnos.

CERTEZAS Y AFIRMACIONES

Capítulo X: Eleva tus ojos


Cuando leemos las escrituras podemos apreciar cada uno de los atributos del Salvador, uno de ellos fue "elevar a los hijos de Dios a su potencial Celestial". De uno u otro medio siempre encontró la forma de poder hacer entender que Él es el único camino por el cual podemos llegar al Padre.

En nuestro diario vivir estamos rodeados de muchas personas, casi siempre miramos el ahora y no lo que pueden llegar a ser, es por eso que Jesucristo durante su ministración en la tierra elevó a cuantos se encontraron en su camino los trasladó del espacio terrenal hacia el potencial espiritual.
Allí donde nos encontremos, también nosotros podemos estar de camino hacia las cosas celestiales si buscamos y aceptamos el toque paciente, ennoblecedor y poco corriente del Salvador.
Dentro de este libro ellos citan:
Hasta que podamos estar a salvo en nuestro hogar celestial, con Dios y los unos con los otros, de seguro que no habrá nada mayor a lo que aspirar que el que Su voluntad, Su camino y Su influencia divina puedan sentirse más plenamente en la tierra